Vale que ya tengo una edad pero nunca dejaré de emocionarme al ver regalos envueltos de la gente que te quiere, y a la que correspondes.
No es tanto el valor material como el saber que otra persona se ha preocupado por ti y ha estado pensado qué es lo que más te podría gustar.
Lo mejor en estas fechas es ver a los más pequeños disfrutar de la magia. Observar sus caras de asombro y alegría. Pero los que somos un poco más mayores también tenemos ese derecho.
En München no se celebran los Reyes como allí, es un día festivo y ya está. Ni regalos, ni sorpresas, ni reencuentros con la familia, ni cabalgata... NI ROSCÓN DE REYES!
Por el momento ya estoy busacando los ingredientes para hacer nuestro propio roscón (el agua de azahar se resiste). Y al año que viene pienso instaurar esta fiesta de manera oficial (las buenas costumbres está bien compartirlas)
¿Y pedirlo por Internet para el año que viene? Seguro que hay alguien que los vende y te los puede mandar hasta Munich.
ResponderEliminarKisses :-)
Pues es una opción, sí. Según cómo se vea la cosa, os lo comentaré :P
ResponderEliminarGracias! :)